Una pequeña introducción:
Descubrí este mundo cuando aún era un fotógrafo novicio que estaba definiendo mi estilo y experimentando con varios géneros. En un libro que trataba sobre la exposición fotógrafica aparecia brevemente una descripción sobre el Boudoir que bastó para despertar mi curiosidad y hacer una breve invesigación, tanto visual como histórica.
El concepto Boudoir se le atribuia a una habitación situada en las casas opulentas en la Francia de la época de Luis XVI. En dichas habitaciones las mujeres tenían un espacio para embellecerse o realizar otros tipos de prácticas como el arte, (no en vano este concepto se puede encontrar en géneros como la literatura o la pintura) además de tener encuentros románticos. En época reciente, en la California de 1980, un matrimonio de fotógrafos tuvo problemas para entender la petición de una clienta que quería una sesión de retratos con poca ropa en interiores, el resulta- do fue una sesión donde se recogió la intimidad de la chica de manera elegante y natural: Había nacido el Boudoir como concepto fotográfico.
En seguida compré un libro sobre Boudoir y unido a mis conocimientos acerca del posado empecé a idear mi primera sesión Boudoir. El primer problema que me encontré fue buscar un espacio acorde a la sesión y en el que la modelo se pudiera sentire cómoda por lo que inmediatamente contacté con un hotel de 4 estrellas al que ya conocía de numerosos trabajos como fotógrafo de interiores y eventos donde siempre el trato ha sido inmejorable. Este lugar es sencillamente perfecto para desa- rrollar una sesión de este tipo, por la sencillez y amplitud de sus habi- taciones. Lo siguiente fue contar con una maquilladora profesional de confianza. Sólo faltaba comenzar a andar.
A partir de entonces me enamoré del ambiente eléctrico que se crea- ba durante la sesión y tras la primera ya tuve claro las tres premisas básicas en las que se basaría mi estilo:
“Sensualidad. Elegancia. Naturalidad”
Para lograr que las fotos queden totalmente elegantes y sensuales sin perder la naturalidad es necesario antes que nada conectar con la mo-
delo y crear confianza, por lo que si estás leyendo esto quizás ya nos hayamos reunido y hayamos establecido una base previa que nos permita continuar y pasar al siguiente paso: el posado.
Como ya he dado a entender, mi función como fotógrafo será velar por tu confort en todo momento, además, de estudiar bien la pose para com- poner siempre la mejor escena posible. Para que me ayudes a ello debo darte algunos consejos rápidamente muy básicos sobre posado y esceni- ficación de los que podrás ver ejemplos en estas páginas, pero es imprescindible mencionar que será en el momento de la sesión cuando iremos construyendo la escena poco a poco y que lo debes tomar únicamente como una información previa que te ayudará a imaginar como se desarrolla una sesión Boudoir.
Lo principal es saber como estilizar tu figura, las poses ligeramente contrapuestas aportarán dinamismo a la escena y sacarán lo mejor de tu silueta destacando las curvas, elemento principal de la fotografía Boudoir. Pero esto por si sólo no es suficiente, la expresión de tu rostro y el acompaña- miento de tus manos es imprescindible. La visión que tengo sobre el Boudoir es en el que la mujer se siente en un momento altamente íntimo y en la gran mayoría de las fotografías le pido que se olvide de que hay una cámara delante, por lo que a menudo cerrar los ojos, sonreir ligeramente estirando los labios y concentrarse en como te estás sintiendo en ese momento son indicaciones que pueden ayudar a perfilar y preparar la escena. Las manos pueden acompañar el movimiento de la cabeza sujetandose el pelo como en la foto superior o agarrando algún elemento como un frasco de colonia o una copa de champán como en las fotografías de la página siguiente. Estilizar las manos de manera que señalen o posen sobre una parte de tu cuerpo es otra estrategia fundamental para acentuar mas tu figura, ademas de las tácticas imprescindibles de mantener la espalda recta si estás de pie o subir el trasero si estás boca abajo como en la siguiente foto.
Entornar sutilmente los ojos y abrir ligeramente la boca son recursos para aportar sensualidad a la pose si estás interactuando con alguien o con algo en la escena, así como la direccionalidad de tu mirada que dirá mucho sobre lo que queremos contar si la situación lo requiere. Pero como ya he apuntado antes, lo importante antes que nada es ha- cer de tu comodidad el principal objetivo para que lo demás venga solo.
En definitiva, una sesión Boudoir es un momento único lleno de Glamour, un momento íntimo para sentirte sexy y bella contigo misma. Un recuerdo para llevarte al futuro. Un instante inolvidable.
Fotografía Boudour, Las Palmas de Gran Canaria, España
